Aplicación de tratamientos de protección al fuego de estructuras. Nociones básicas
Durante los años en los que me he dedicado profesionalmente al control de calidad en construcción, una de los aspectos que más me ha sorprendido ha sido el desconocimiento y la poca atención que generalmente se le presta al tratamiento de protección al fuego que se aplica a las estructuras.
No es que en general no se aplique, se aplica, y casi siempre irregularmente, debido a que normalmente se piensa que lo importante es el producto que protege en sí y no los tratamientos previos y posteriores.
Los principales tratamientos que se aplican a las estructuras para mejorar su comportamiento frente al fuego son los siguientes:
- Pinturas intumescentes
- Morteros proyectados de vermiculita
- Lana de roca proyectada
Todos tienen en común lo siguiente, necesitan de una adecuada preparación previa y también de un posterior tratamiento protector:
- El primero asegura la adherencia del tratamiento y el último asegura la durabilidad.
- Sin el primero, lo mas probable es que el tratamiento de protección al fuego se desprenda bien a lo largo del tiempo o bien cuando realmente haga falta en el momento del incendio, debido a los diferentes comportamientos frente a las dilataciones térmicas del tratamiento y del soporte.
- El tratamiento protector asegura que los agentes atmosféricos no influyan a lo largo del tiempo y afecten negativamente al tratamiento resistente al fuego, así como protegen frente a agresiones físicas (roces, golpes, etc…)
- Es necesaria y fundamental la compatibilidad entre los tres tratamientos, ya que una elección inadecuada de alguno puede mandar al traste el comportamiento del sistema.
Por ello, es necesario siempre:
- Preparar correctamente el soporte. Debemos conseguir que sea adherente, para lo cual debemos eliminar las zonas con mala adherencia (calamina procedente de la laminación del perfil, pinturas, aceites, grasas, óxidos, desconchones, etc…). Normalmente los fabricantes suelen indicar las condiciones que debe reunir el soporte y el tratamiento recomendado para ello (granallado, cepillado, arenado, etc…).
- Aplicar una imprimación que proteja el elemento estructural frente a los agentes atmosféricos, ya que no sólo de protección al fuego debemos protegerlo. El sistema de aplicación, espesor recomendado y aspecto final debe ser indicado por el fabricante del mismo.
- Aplicar el tratatamiento de protección al fuego siguiendo estrictamente las indicaciones y recomendaciones del fabricante, respetando los tiempos de curación, espesores recomendados, etc… En el caso de morteros o lanas proyectadas debemos consultar si es necesario disponer de una malla que arme al mismo y que evite su desprendimiento.
- Revestirlo con una pintura u otro elemento que proteja al sistema, el cual deberá ser adecuado al producto empleado como tratamiento protector al fuego. Mientras que para una pintura intumescente debe aplicarse un esmalte ignífugo, para un mortero proyectado de vermiculita puede aplicarse tambien una pintura compatible, y para una lana de roca proyectada no queda otra que revestir con paneles de cartón-yeso, etc…
Es fundamental controlar el espesor del tratamiento aplicado, ya que éste es el que confiere las propiedades resistentes al fuego. Digo y me refiero al tratamiento resistente (capa intermedia) y no al sistema protector (las tres capas), ya que lo importante, como en los bocadillos, va en el centro. Los espesores se pueden medir empleando un punzón graduado en el caso de morteros o lanas proyectadas, o medidores de soporte férrico y no férrico basados en las propiedades magnéticas de los metales.
Normalmente los fabricantes suelen indicar el espesor del tratamiento en función de la masividad del perfil y aquí es donde se producen gran parte de las confusiones y discrepancia de criterios. La masividad del perfil debe calcularse específicamente para cada perfil de cada estructura, ya que el número de caras expuestas al fuego del perfil es determinante. El cálculo de la masividad de un pefil es muy sencillo:
- Masividad=Perímetro del perfil expuesto al fuego/área de la sección del perfil, expresado en metros/metros cuadrados y por ello la masividad se mide en metros elevado a -1.
Desde SOTAVENTOARQUITECTURA, contamos con el personal y experiencia suficiente para realizar las inspecciones e informes correspondientes que permitan conseguir en todo momento el cumplimiento de las condiciones exigidas, así como de las mediciones de los diferentes tratamientos aplicados.
Estaremos gustosos de prestar el servicio que le requieran, así como de asesorarle y recomendarle tratamientos y aplicadores adecuados para cada elemento.